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Un portero automático es un dispositivo electrónico que se utiliza para permitir la comunicación y el control de acceso en edificios de viviendas o negocios. El portero automático consta de dos partes: una unidad exterior que se coloca en la entrada del edificio y una unidad interior que se instala en el interior de cada vivienda o lugar de trabajo.
La unidad exterior del portero automático suele tener un botón de llamada y un micrófono, que permiten a la persona que llega a la entrada del edificio comunicarse con la unidad interior. Cuando la persona presiona el botón de llamada, se activa una señal en la unidad interior, que suele tener un altavoz y un micrófono, permitiendo que la persona dentro del edificio pueda escuchar y hablar con la persona que está en la entrada.
Algunos porteros automáticos también pueden tener la capacidad de controlar el acceso al edificio, con funciones como abrir la puerta desde la unidad interior o desde la unidad exterior mediante una clave o un control remoto. También pueden contar con otras características, como la grabación de mensajes, la selección de diferentes tonos de llamada o la integración con sistemas de seguridad adicionales.
En resumen, los porteros automáticos son una herramienta útil para la comunicación y el control de acceso en edificios de viviendas o lugares de trabajo, ya que permiten una comunicación segura y eficiente entre las personas dentro y fuera del edificio.